¡SI VOTAS, NO TE QUEJES!

Antonio García-Trevijano nos da una lección sobre derecho político en cinco minutos. La abstención es un derecho político (lo mismo que votar) y… ¡NO UN DEBER CÍVICO!

Antonio García-Trevijano Forte (Granada, 18 de julio de 1927) es un político y pensador republicano, casado y con dos hijos. Fue profesor de Derecho mercantil en la Universidad de Granada y notario. Actualmente es abogado en ejercicio, inscrito en el Colegio de Madrid desde 1960.

Republicano convencido desde su juventud (su padre, registrador de la propiedad, ya era republicano del grupo de Fernando de los Ríos, fue uno de los protagonistas más relevantes en la oposición a la dictadura de Francisco Franco.

Ya en 1967, fue el principal organizador de la reunión clandestina de Comisiones Obreras en la fábrica de Medias Vilma (Plaza de Castilla) que preparó la huelga de octubre de 1967.
En marzo de 1968, fue organizador del debate en el Hotel Meliá, ante dos mil personas, sobre El desafío americano de Servan-Schreiber, convirtiéndolo en manifestación de la libertad contra la dictadura y en conato de la rebelión de la juventud que dos meses después estallaría en París («Mayo del 68»). El mismo año ayudó a organizar y dirigir la independencia de Guinea Ecuatorial, para la que redactó una constitución democrática, que no llegó a entrar en vigor porque el gobierno de Franco impuso la constitución redactada por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, con la que Francisco Macías Nguema se proclamó Presidente vitalicio.
En 1974 organizó en París los encuentros de Don Juan de Borbón con los grupos republicanos y Ruedo Ibérico, donde manifestó su rechazo del nombramiento de Juan Carlos como sucesor. Ese mismo año fue organizador y Coordinador de la Junta Democrática de España, redactando todos sus manifiestos y fundando un centenar de Juntas locales y sectoriales por toda España. Dio el discurso de presentación de la Junta al Parlamento Europeo en Estrasburgo.
En 1976 organizó la fusión de la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia (Platajunta), de la que también fue coordinador. Ese año también organizó la primera convocatoria nacional bajo el lema «Amnistía-Libertad», presidiendo la histórica manifestación de Las Palmas.
En 1977 funda la revista Reporter, donde denuncia públicamente, en más de 50 artículos, la traición de los partidos clandestinos legalizados por Adolfo Suárez González, contra el compromiso firmado con Antonio García-Trevijano Forte de no aceptar constitución alguna que no saliera de un período de libertad constituyente que diera a la República la oportunidad de ser elegida.
Por su labor en pro de la libertad política, ya en vida de Franco, fue objeto de una campaña de difamación en el diario Pueblo y de un proceso por alta traición ante el Juzgado de Orden Público (Mariscal de Gante) a causa de Guinea, así como de: cinco retiradas de pasaporte; dos multas; tres detenciones por la policía; un grave atentado por declaraciones a la BBC cuando Franco agonizaba; proceso ante el Juzgado de Orden Público (Gómez Chaparro) por un delito contra la forma del Estado; y encarcelamiento durante cuatro meses por orden de Manuel Fraga Iribarne.
Según sus propias palabras, no se considera a sí mismo un republicano sino un «repúblico»:
(…) Yo no soy republicano, porque republicano es el que acepta pasivamente la república, es un partidario de la república. Yo soy «repúblico», que es muy diferente. Un repúblico es un estadista de la república, una persona versada en asuntos públicos que pertenece a ese «tercio laocrático», concepto que proviene de la antigua Grecia porque «laos» significa pueblo y una parte de aquél pueblo griego, un tercio aproximadamente, quería cambiar la naturaleza de las cosas.
Antonio García-Trevijano en el programa del canal Intereconomía Lágrimas en la lluvia del 16 de octubre de 2011

En agosto de 1994 José Luis de Vilallonga acusó a García-Trevijano de estar organizando una conjura para derrocar al gobierno de Felipe González y debilitar al rey Juan Carlos I a fin de conseguir instaurar una república de la que sería presidente. Sus aliados serían Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, y el banquero Mario Conde.
En 1994 presenta el libro El discurso de la República.
Es miembro fundador de la AEPI en 1998, junto con directores de prensa y radio, para coordinar la denuncia de corrupción de los gobiernos de Felipe González Márquez. Ha participado en multitud de debates y coloquios, tanto en congresos como en programas de televisión sobre política. Actualmente, ejerce de conferenciante y cabeza visible del Movimiento de los Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC).